ÁREA PROTECCIÓN ANIMAL
PROPUESTA PARQUE PARA PERROS
Una de las funciones de las Administraciones locales es regular aquellos aspectos que afecten a la
convivencia de sus administrados, y uno de los aspectos mas relevantes de esa convivencia es el
disfrute y la ocupación de los espacios públicos por los habitantes de cada ciudad, pueblo o barriada.
Es también una realidad indiscutible, que esos espacios son ademas compartidos por animales de
compañía, que demandan unas necesidades y servicios específicos, y generan mas allá de las
obligaciones y comportamientos regulados por las leyes y por el civismo ciudadano, puntos de vista
muy personales, sentimientos y subjetividades que van desde el amor a las mascotas, hasta las
sensaciones de seguridad o inseguridad derivadas de su compañía.
El grupo municipal SOMOS CALLOSA Y EL ÁREA DE DEFENSA ANIMAL DEL CÍRCULO DE
PODEMOS DE CALLOSA DE SEGURA, ha analizado esta situación, y quiere plantear a la
consideración de este pleno, una propuesta de Adaptación de espacios públicos, para el uso compartido
por personas y animales de compañía. Como decíamos, la concentración de personas en un
determinado espacio físico da lugar a una serie de necesidades y servicios que han de ser
necesariamente compartidos por otros. En el caso que nos ocupa esos espacios públicos, desde el
portal de nuestro bloque o la acera, hasta nuestros parques y jardines suelen usarse por ciudadanos que
en muchos casos comparten paseo con animales de compañía.
En nuestro municipio, el perro es el principal protagonista de esta convivencia, que en no pocos casos
genera conflictos y situaciones por todos conocidas. Sin dejar de atender a las mínimas normas de
convivencia y respeto hacia los demás, que se exigen y suponen a los propietarios de animales de
compañía, la propia configuración de esos espacios interviene sin lugar a dudas de forma muy
relevante en la calidad de esa convivencia.
De forma tradicional nuestras administraciones, en la mayor parte de los casos, la respuesta a esta
situación está siendo exclusivamente normativa y sancionadora, es decir, que se limita a colocar
carteles de “prohibido perros” en nuestros parques, a regular las obligaciones de los propietarios, y a
sancionarlos cuando no las cumplen. Sin embargo, la construcción de espacios comunes de
esparcimiento para mascotas en lugares públicos, ha demostrado en otras ciudades que añade, junto
con la concienciación de los ciudadanos, el ingrediente básico para solucionar en buena medida este
conflicto. ¿Qué es un parque canino? Un parque para perros es un espacio público compartido por
personas y estos animales de compañía. Es un recinto acotado donde las mascotas pueden hacer
ejercicio y jugar bajo la supervisión y control de sus dueños, además de fomentar la convivencia
ciudadana con las mascotas y la tenencia responsable de animales domésticos.
Técnicamente precisan de pocos requisitos, basta con acotar un terreno con una valla apropiada,
accesos organizados mediante puertas dobles o separadas, fuentes adaptadas para perros, zona
diferenciada para perros de talla pequeña y sistemas de recogida y limpieza. También pueden dotarse
de elementos como pequeñas rampas, puentes o tubos para que los perros puedan ejercitarse
acompañados o en solitario, los cuales, se pueden conseguir con materiales reciclados. ¿Por qué un
Parque para perros? Sencillamente porque los perros ya están entre nosotros, con lo que no es ninguna
necesidad artificial o superflua, sino que vendría a satisfacer una demanda real de espacios donde
poder pasear en libertad a las mascotas, y compartir la experiencia con otros amantes de los animales,
además de permitir a los que no deseen esa convivencia poder aprovechar el resto de espacios públicos
sin inconvenientes.
Las ventajas que encuentra el propio animal son evidentes al disponer de un espacio donde puede
disfrutar con otros perros y sin la atadura de la correa. Para los propietarios, también supone una
posibilidad de relacionarse con otros amantes de los animales, además de contar con la seguridad de
que no está incumpliendo ninguna norma ni afectando al que no desee la compañía de su mascota.
Además, se dispondrá de un recinto adecuado para la celebración, en su caso, de todo tipo de
actividades cuyos protagonistas principales sean los perros, como exhibiciones de “agility”, o,
jornadas de concienciación animal con la participación de colegios, y personas discapacitadas.
¿Qué aportan los parques caninos con respecto a la seguridad? Desde el punto de vista del propio
perro, es un hecho probado que la posible agresividad de los animales se ve incrementada cuando
están sujetos con una correa ya que añaden a sus reacciones naturales, el instinto de protección hacia
su amo, que a todos los efectos es el “dominante” de su manada. Si se evitan los encuentros
ocasionales a corta distancia de perros atados, por ejemplo organizando los accesos con puertas de
doble esclusa, o separadas suficientemente las entradas y salidas, se puede comprobar que una vez
desprovistos de correa esos mismos perros suelen jugar y compartir el espacio sin mayor problema.
La separación en dos zonas diferenciadas del parque de los perros por tamaño, también aporta
seguridad a los mismos animales que pueden afectar o verse afectados por el juego de otros de distinto
tamaño. Esto unido a unas básicas reglas como evitar traer a hembras en celo, o no quitar el bozal a
determinados animales potencialmente más peligrosos, añaden elevadas cotas de seguridad en el
interior del recinto, además de que el acceso a niños estaría ineludiblemente condicionado a que un
adulto asumiera la responsabilidad de darle permiso y acompañarlo. Y en el exterior, muy
probablemente, además de reducir la presencia de mascotas en otros espacios, sería un aliciente para
que muchos propietarios de perros usasen elementos como la correa o el bozal, que a veces no usan
por lastima hacia sus animales, pero que sabiendo que solo serian necesarios “por el camino”, tal vez
se animasen a usarlo pensando en que poco después los perros podrán pasear libremente en un espacio
seguro pare ellos y para los demás.
¿Lujo o necesidad? No es demagogia decir que antes que este equipamiento público son necesarios
otros muchos, al contrario, es absolutamente cierto. Un municipio que necesite una guardería
municipal, un semáforo en un punto negro o una reparación del pavimento de una acera debería
solucionarlo mucho antes que pensar en construir un parque canino, pero, en la situación de que todas
estas cosas se estén solucionando de forma más o menos habitual, la más inteligente de las posturas
seria decir: “también”. También realizar un parque para perros, es un equipamiento necesario y
práctico para dotar de calidad la convivencia de nuestra comunidad, entre humanos con humanos, con
perros o sin perros, de un coste reducido y asequible por nuestra administración.
En merito a lo expuesto, el grupo municipal SOMOS CALLOSA, solicita al pleno la adopción de los
siguientes
ACUERDOS:
1. La creación de un parque público para perros en las siguientes condiciones:
a) dotándolos de vallado, puertas de acceso de doble esclusa, fuentes de agua para perros, zona de
pipican y de agility, y contenedores específicos.
b) un espacio mínimo de 1,500 metros cuadrados
c) llevará el nombre de “FELIX RODRÍGUEZ DE LA FUENTE”, ya que, fue un férreo defensor
de la naturaleza de nuestro país y defensor de los animales; sería un recordatorio y homenaje de
Callosa de Segura a su gran labor desinteresada.
2. Creación de una comisión compuesta por representantes de los distintos grupos políticos con
representación municipal, vecinos y colectivos interesados, para acordar la utilización más idónea de
los mismo.